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10.03.2008

Without a Name...

Creo que en estos días se me han alborotado un poquito las ganas de escribir aquí pero no he podido principalmente por dos razones: No tengo inet en mi casa y no tengo tiempo ni privacidad en el job como para ponerme a escribir aquí. Así que como podrán imaginarse, me tocó venirme al café inet mas cercano, lo cuál se resume en un cuarto (o cuartucho) con 6 o 7 pc's todos amontonados, al lado de gente ruidosa y niñitos cansones. Por lo tanto, no puedo escribir como quisiera porque soy de esas personas que necesita un ambiente agradable o por lo menos un ambiente un poco tranquilo para escribir y este, sin lugar a dudas, no es el sitio adecuado.

En fin, después de 2 meses de confinamiento a esta ciudad (exceptuando los fines de semana, porque si no me devolviera a Quilla, les juro que me moriría del aburrimiento, el pechiche y la mamera extrema) he comprendido o más bien, aprendido muchísimas cosas que vale la pena dejar por escrito. La primera es importantísima: Santa Marta me da de comer. Para que me entiendan; me la pasaba quejándome de esta ciudad (y aún lo hago aunque en menor medida) y no estaba apreciando lo que ella me estaba ofreciendo (o sea, trabajito, sustento y principalmente, conocimiento), así que después de estos dos meses conviviendo con los samarios y sus edificaciones de principio de siglo por tooooodo lado, descubrí que en serio debía apreciarla un poco más. Sólo un poco, porque me vale gorro lo que los demás opinen, a mi me encanta Barranquilla, con sus edificios, sus arroyos, su gente que no sabe manejar y su basura que huele a naranja podrida XD.

Con respecto al job he aprendido cosas como que por ejemplo, SIEMPRE, negrita, mayúscula y subrayado (les debo el subrayado que no se como ponerlo en el editor de esta vaina) voy a encontrar gente inmamable que se cree más que uno y que no pierde oportunidad para dejarte como un idiota; gente que tienes que soportar a las buenas o a las malas. Pero también hay gente hipócrita que te sonrie cuando te ve y por detrás habla pestes de ti (no tengo que volver a repetir lo mismo de un post pasado, o si? X_x) Y también existen los Argentinos.... Y ustedes se preguntarán que orto tienen que ver los argentinos con el job... Pues bueno, uno de esos entes está haciendo unas pruebas en la empresa donde trabajo, y adivinen quien tiene que aguantárselo todo el día? Si!!!! Adivinaron.... Yo mera.... La verdad, no es tan malo... la cosa se complica cuando se le sale lo argentino, o sea, el 92.36% de las veces. Casi nada, no? Y me dirán que generalizo, pero me vale madres, estoy casi segura de que la mayoría son unos engreídos, creidos, inmamables, presumidos, groseros y obstinados de mierda. Éste se podría decir que tiene mas de grosero que de cualquier cosa, y la verdad no debería de darle mucha importancia realmente, pero bueno, hoy me hizo ciertos comentarios que me dieron rabia extrema, y como tengo este blogcito para desahogarme, adivinen....

En fin, la verdad, viendo las cosas desde la mejor perspectiva que puedo encontrarles, he aprendido mucho con el argentino de mierda, la probabilidad de que tenga que verlo otra vez es como del 40% y se va la otra semana para su país que tanto extraña.... So, estaré tranquila otra vez y olvidaré estas palabras que hicieron que me hirviera la sangre: "Sho todo lo voy a hacer con L. mañana, así que a tí no te necesito para una mierda, mejor no vengas mañana, o si vienes, entonces nos traes un poco de agua, un tintico o que se sho" No exagero. Fue literal. I mean It. I hate him. Y no, no fue bromeando, fue con esa estúpida sonrisa con la que te dicen las verdades disfrazadas de mamadera de gallo. En ese tono que detesto. Y claro, lo dijo porque como soy nueva en lo que estoy haciendo y no tengo mucha experiencia, a veces no puedo solucionarle sus dudas. Lo único que he hecho con él, es treparme cual mico a mas de 2 metros de altura para probar instrumentos, recoger los desórdenes que hace a cada rato, trabajando cual hombre (sin ánimo de ofender a las mujeres) para dar la talla, sudando a cántaros midiendo cosas, soltando bridas, midiendo tensión, partiéndome las uñas, ensuciando la ropa de óxido, pintura, mugre etc etc etc. Claro, es que yo no le sirvo para una mierda al boludo ese. Pero bueno, como me dijo un compañero de trabajo: No le pares bolas que a él se le olvidó cuando no sabía nada y lo llevaron de la mano para que supiera todo lo que sabe ahora.

So, mañana quizás se me pase la soberbia, y sólo quede para la posteridad esta entrada llena de rencor contra los argentinos de mierda. Pero a quien le importa!!! Mañana es el día que más espero de la semana!!!!!! Y mi novio viene mañana a visitarme, así que el che se puede ir por un tubo de esos de los que transportan methanol... blehhh...

Por cierto, quedé de finalista otra vez en Levi's!!!!! Así que esta vez, los que voten, avísenme, para darles alguna prenda, porque la vez pasada se las quedé debiendo.

En fin, los dejo, porque este cafe me está estresando... ODIO que me digan señora.... LOL

Ahí se ven...

4 Rulean el Universo:

El LinceSagrado dijo...

En una empresa en la que trabajé (y mamé demasiado gallo) hace algunos años, por razones burrocráticas, los únicos costeños eramos 3. Los demás eran cachacos o argentinos.

Les doy un tiempito para compadecerme.

Ok, sigamos. Los cachacos, debo decir, fueron los peores, porque se creían argentinos y no lo eran. De los argentinos, ninguna mujer me cayó mal (sin intervención de interes romántico, y sabiendo que detesto ese acento) pero por alguna extraña razón la mayoría de los varones sí. Solo dos se salvaban del fuego Divino: El Sr. Palma y su hijo. El Sr. Palma era un "petiso" de esa edad indeterminada que da el trabajo duro, voluntario, y humilde después de un tiempo. Era un hombre que a pesar de ser tu superior laboral, te pedía permiso para muchas cosas que en realidad era tu obligación. Y no lo hacía por sarcasmo (se notaba la diferencia), o por hipocresía. Tal vez porque me recordaba a mi padre, y sus veintitantos años trabajando para una empresa que lo botó por obsoleto, y que ahora lo recontrataba porque ya nadie sabía su oficio y ahora sí era necesario.

Él, se preocupaba por quitarle lo presuntuoso a su hijo, que como buen ingeniero joven, se paseaba con el pecho de paloma, pero que no tenía reparos en almorzar en una tabla en un andén, arroz de lisa o arroz de payaso. O gritarles a sus paisanos en la mitad de una discusión colombo-gaucha "que nada, argentino tenías que ser, yo por eso soy uruguayo, nojoda"

Me imagino, maya, me imagino lo pesados e insufribles que serán los colombianos en el exterior. Cuando la nostalgia por el terruño los obligue a evocar en cada cosa "pero en Colombia..." y despotricar del suelo que pisan. Yo he estado ahí, he cometido esos pecados, qué insoportable debí haber sido. Pero no me arrepiento. Porque eso me lleva a entender. A comprender que los insultos y las ínfulas de superioridad que se dan esas personas, independientemente de su origen, no se debe al color de su bandera, sino a la inseguridad y a la tontería que le rezuma por las orejas. Recuerda el discurso que le dió el jefe de los saltamontes a sus compañeros en "Bichos": "...esas hormigas nos superan 100 a 1, y si alguna vez llegan a darse cuenta de ello, adiós a nuestro estilo de vida"

Ah y otra: "Regla número uno de liderazgo: todo es tu culpa" Recuerda eso.

Anónimo dijo...

Esta vez no voy a votar por ti, porque me debes demasiadas cosas ya. Besos por los corozos... estriptises... ropa por lo de levis.... en fin

Y todavia la señora pregunta por que no se le ha entregado su premio de QEEB 2...

cdbular dijo...

La verdad no tomaria demasiado en serio lo que dice un argentino, el 99.999% del tiempo hablan mierda. Bueno , al menos son muy sinceros...jajaja.

Andrea dijo...

Alguna vez un trabajo al que amé mucho en un principio con el paso del tiempo se me volviò una carga, hasta que me senté a analizarlo y me di cuenta que era como tener un marido, necesitaba redescubrirlo, agradecerle sus bondades, y reinventarme también. Espero que el tedio no te trague. ANIMO.

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