Hoy me enteré de una noticia atroz, de una noticia que me partió el corazón y me tuvo pensando toda la noche y viendo videos en youtube: Un médico en un conjunto residencial, acabó con la vida de un perrito enterrándole un cuchillo en el corazón a sangre fría; el perrito loco del dolor logró arrastrarse unas cuantas calles en busca de ayuda, pero al final murió. El tipo este sigue libre. Aquellos que me conocen bien saben como me siento ahora.
No entiendo sinceramente cuál es la motivación de los seres humanos para lastimar a los animales, y en especial, a los perritos. No la entiendo, no se me pasa por la cabeza. Para mi la noticia de arriba es igual de atroz que si hubiera matado a una persona. Perdón, me equivoqué, sonaré frívola, pero la del perrito me parece más desgarradora y me afecta en un nivel diferente, sólo porque ya uno sabe cuál es la verdadera naturaleza del ser humano promedio. Para mí alguien que lastima o agrede a un perro (o a un niño) es el peor crímen que puede cometer. No se imaginan la rabia que me da cuando presencio algún acto de este tipo.
Tampoco se imaginan lo que yo siento al ver a un perrito en la calle, y peor si está sufriendo. Siempre he querido hacer un sitio para atenderlos y cuidarlos y que puedan adoptarlos. Siempre he querido hacer algo, porque los amo y me mata verlos sufrir. Ese sueño es bastante complicado, pero por eso he tratado de hacer lo que está a mi alcance siempre que puedo, como darles comida, alejarlos del peligro mientras puedo, incluso bajarme del carro a media noche para quitar a un perrito de en medio de la calle y darle comida. Sé que es poco, pero intento contribuir siempre que puedo.
Mucho menos se imaginaran lo que siento por mi perro, lo amo del modo en que uno puede llegar a amar a su mejor amigo. Porque eso es él para mi. Entre las cosas más difíciles que me toca afrontar mientras trabajo sola en esta ciudad es no tenerlo para que me reciba por las noches cuando llego del trabajo y para jugar con él y que me consuele cuando estoy triste, como ahora.
Este es un post de protesta, un post de reflexión, un post para gente con corazón o por lo menos para gente que respeta la vida en todas sus expresiones. Los perros tienen corazón, aman, sienten, se aferran, son felices, son tristes, sueñan, se sacrifican. Los seres humanos son ambiciosos, egoístas, matan, roban, torturan, envidian, lastiman sin justificación. No todos, pero tristemente la mayoría son así. De no ser cierto, este mundo sería muy diferente a lo que es en realidad. Sin embargo, existimos personas todavía que valoramos la total entrega de los animales y les damos amor y cuidado a cambio. Existimos algunos que los entendemos, los ayudamos, nos condolemos de ellos y hacemos todo por evitarles el sufrimiento. Existimos algunos que hemos tenido la fortuna de conocer el sublime sentimiento de amor y lealtad de nuestros amigos, nuestros compañeros de risas y llanto, nuestros ángeles guardianes en las noches oscuras, nuestros queridos perros.
Y en honor a todos esos amigos de la calle que me regalan esas miradas de ternura y compasión cuando me siento sola en esta ciudad, a todos aquellos que mueven su cola al escuchar mi voz, que reconocen mis frases de afecto para con ellos; a todos esos amigos que me consuelan cuando deambulo triste por las calles, a ellos, este tributo que los describe perfectamente:
"Soy un perro de la calle.
No he nacido para deambular por las calles polvorientas y desoladas,
con el hambre que tortura, con la sed que me atormenta,
con el frío invernal que me traspasa en las noches soñolientas.
He sufrido con mis yagas entreabiertas bajo el sol que centellea
en las calles atascadas de ciudades afiebradas.
He existido desde tiempos inmemoriales para no vivir en vano,
he existido, para velar por tus sueños e ilusiones aquí en la tierra.
Yo seré el que te entregue una mirada solidaria cuando los amigos de confianza
te traicionen en el transcurso de tu vida.
Yo seré el que perdona al hombre bruto que me pega en su amargura
porque sabe que su presencia aquí en la tierra ha sido en vano.
Estaré para vigilar tus castillos construidos en el aire,
para darte compañía
cuando la desilusión y la soledad te invadan.
Vigilaré las pertenencias de tu humilde casita de madera
en donde los grillos cantan como si fuera una eterna primavera.
Me quedaré esperando tu llegada bajo el umbral de tu casa
iluminada por las luces mortecinas de la calle,
para darte una mirada de acogida
cuando el cansancio y las amarguras de tu trabajo te hayan hastiado.
Es mejor que me comprendas que yo soy tu fiel amigo,
quien té dará compañía cuando los amigos “de por vida” te abandonen
para siempre en los bares frecuentados por humanos deprimidos.
Entiéndeme ser humano: yo necesito que seas como un verdadero ser humano
que comprende el sufrimiento de todos los seres vivos
incluyéndome a mí, el perro de la calle."
Escrito por I. A. J. S. En ayuda de los animales abandonados y maltratados. Limache. 01.01.2009