Subscribe:
Mostrando las entradas con la etiqueta recuerdos. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta recuerdos. Mostrar todas las entradas

11.25.2010

El Abuelo

El abuelo me cautivó desde la primera vez que lo vi. Me pareció el ser humano mas adorable sobre la faz de la tierra y le pedía intensamente a mi novio que me lo regalara para tenerlo en la casa y halarle los cachetes. Lastimosamente no pude compartir muchos momentos con el, pero los pocos que tuve fueron divinos, mágicos y diferentes. Fueron un viaje por el tiempo y los recuerdos de alguien que nunca olvidó mi nombre. Les parecerá estúpido, pero a mi me cuesta trabajo acordarme de los nombres de las personas la primera vez que los veo; el abuelo recordó el mio en todas las ocasiones que fui a visitarlo. El me inspiraba tranquilidad, felicidad y confianza, el me provocaba abrazarlo y cogerlo a besos aunque no fuera mi abuelo. El me devolvió la confianza en el matrimonio, me demostró que si hay amores que son para siempre, que en serio duran hasta que la muerte los separe.

El abuelo nunca sabrá lo que yo sentía cada vez que lo veía, y cada vez que como todo un caballero se levantaba de su silla para saludarme o despedirse de mi. Tampoco sabrá que me encantaba escuchar sus historias de personajes desconocidos para mi, o de cómo le temblaba su bigote cuando estaba enojado en la oficina, o de cuando olvidó el cumpleaños de su esposa y su secretaria le mandó un ramo de flores con un mensaje que el odió.

El abuelo nunca sabrá que soy de esas personas que cree que cuando alguien muere, su alma queda divagando en este mundo encontrando un nuevo cuerpo para volver a habitarlo; y que yo deseo con toda el alma que mi bebé cachetón del pianito tenga aunque sea una parte pequeña de su alma y me provoque ese sentimiento extraño al verlo como el que yo sentía cuando lo veía a el.

Hay muchos secretos del abuelo que quizás ya nunca podré conocer, pero hay muchos otros que quiero que mi novio me cuente sobre él. Tengo muchos secretos que me hubiera gustado contarle al abuelo cuando no estuviera la abuela con nosotros, ni siquiera mi novio, pero ahora sólo puedo contárselos en mis sueños, cuando vaya a visitarlo y él me esté esperando en la puerta de su casa, con su bermudita y sus cómodos zapatos con medias y con el poco cabello que le quedaba despeinado por su nieto.

El abuelo no sabrá que lo más probable es que cuando pase por su casa, lloraré. No de tristeza, sino de felicidad, porque nunca olvidaré que desde la primera vez que lo conocí, nunca jamás olvidó mi nombre. No te preocupes abuelito, prometo cuidar a tu nieto con todas las fuerzas de mi corazón, prométeme tu que desde aquí o desde allá cuidarás a Alejandro con todas las fuerzas del tuyo. Y espero que ahora que me estás viendo mientras escribo esto, sepas que causaste esta gran impresión en mí y que te quise un poquito, pero hoy te quiero más...

7.24.2008

Mi Mejor Amig@


Una mañana de colegio cuando me sentía muy triste, acomplejada y sola, una niña se me acercó y empezó a conversar amablemente conmigo, secó mis lágrimas y desde ese momento se convirtió en mi mejor amiga. Nunca he comprendido bien las implicaciones de ser el/la mejor amig@ de alguien, pero supongo que estar contigo en las buenas y en las malas, decirte la verdad en la cara, ayudarte a escaparte de la casa e incluso que te deje copiarte en un exámen es suficiente para que alguien se gane ese título. Mi mejor amiga cuando estaba en el colegio, incluso en el bachillerato era muy parecida a mi en el carácter y un poco en el físico; aunque ella era y sigue siendo más bonita que yo.

Siempre fue la número uno en el salón y nos disputábamos los primeros puestos en todo, pero cuando estaba en mi mismo salón, la verdad no me importaba que ella se llevara los honores, era mi mejor amiga y se merecía todo lo bueno del mundo. Lo más difícil que me pasó en esa época fue tener que ver como la promovían a 11 grado estándo todavía en décimo. Ella se sentaba a mi lado en todas las clases, y un día llegaron al curso los profesores a hacer el gran anuncio. Yo no sabía nada, ella no había querido decírmelo. Y en ese mismo momento, recogió sus útiles y se fué al salón de 11, ambas lloramos al despedirnos y yo sabía que perdería una gran amiga, y así fue.

Se graduó un año antes que yo, estudió en una universidad distinta, y poco a poco, ella metida en la odontología y yo en la electrónica, fuimos perdiendo contacto. Hace un año volví a hablar como de costumbre con ella. Me perdí de muchos acontecimientos importantes en su vida pero la confianza seguía ahí, el recuerdo de muy buenos tiempos y un pacto de eterna amistad seguía uniéndonos. Pero aunque la siga queriendo mucho, y hable con ella 1 vez cada dos o tres semanas, ya no pude seguir llamándola mi mejor amiga.

Hace 5 años, en una situación similar a la primera conocí por internet a una persona que cambió mi vida para bien, para mal y para siempre. Poco a poco se fue ganando mi corazón, se convirtió en mi amigo, mi compañero, mi soporte e incluso mi bolsita para golpear. Compartía mis alegrías, mis tristezas, mis temores y mis locuras. Y todo eso lo hizo acreedor del gran título. Además de ser mi compañero sentimental, era mi gran gran amigo, uno de los mejores. Por circunstancias de la vida, el también se fue, lo alejé creo yo, y ahora no se nada de él y aunque guarde la esperanza de volver a saber de él, soy consciente de que lo más seguro es que jamás vuelva.

Hace 3 años, de la forma más extraña que puede haber, conocí a una niña que puso mi vida al revés. Y descubrí que reirme era lo más genial que podía hacer. Con ella aprendí lo que un verdadero amigo puede hacer por uno. Con ella perfeccioné mi DDR, empezó a crecer mi interés por la cocina y mi paciencia conoció sus límites, para bien claro. Única, interesante, graciosa, entregada, enérgica, todo un personaje. Una amiga que puso su hombro para mi una vez, una amiga que lo daba todo por mí, una amiga que se ponía triste cuando no me veía.

No me pregunten que pasó, porque después de todo este tiempo tampoco alcanzo a comprenderlo. Simplemente la perdí, y sin exagerar, ha sido una de las pérdidas más grandes que he tenido en la vida. Aún la extraño, y hasta hace unos meses dejé de llorar al recordar los momentos que pasé con ella. Se fue, y no, ella tampoco volverá.

Hace 3 horas me recordaron que la persona que yo considero mi mejor amigo ahora, tiene una mejor amiga, una verdadera mejor amiga y no soy yo. Se me apachurró el corazón, pero era de esperarse; 5 años y pico matan un año y medio. O eso pienso yo.

Fue en ese momento en el que comprendí que ésto del rótulo de mejor amigo se me complica un poco. Que las personas entran y salen de tu vida, pero que si encuentras una que permanezca en ella a pesar de todo, una que se vuelva tu constante, que realmente te salve, debes conservarla. ¿Cómo hacer eso? No lo sé realmente; simplemente considero que es una tarea muy difícil. Una tarea en la que he fallado 3 veces.

La verdad, es triste pensar que ya no tengo un mejor amigo y que el más cercano, más real y el que sé que jamás me va a abandonar por decisión propia es mi perro. Creo que será mejor que me concentre en mis amigos, que si bien no tienen un cartel fluorescente que dice: Mejor Amigo, son los mejores amigos que alguien pudiera tener.


7.04.2008

Cuando era una niña

Recuerdo casi todo lo que hacía cuando era una niña pequeña. Me gustaba esconderme debajo del mueble grande de mi abuela a comerme las mortadelas o los dulces que sacaba a hurtadillas de la tienda. Como era tan delgada y pequeña, nadie podía verme y yo me deleitaba con los pasabocas mientras observaba los pies de mis tios y mis abuelos y aveces, las patas de los perros que andaban de aqui para alla olfateándome.

También recuerdo que nunca nos perdíamos los estrenos de las películas de Disney. Siempre íbamos, mi tia M., mi mamá, mi hermana, mis dos primos y yo. Era algo tan sagrado como la religión, igual que las largas filas en el cine Metro a plena luz del día, porque si uno quería ir a cine de 4 p.m., tenías que llegar tipo 1 p.m. para poder tener un asiento que valiera la pena. Nada de compras por internet, ni de llegar 5 minutos antes y conseguir buenos puestos porque están numerados. No señor, nosotros hacíamos la fila, bajo el inclemente sol de Barranquilla y rodeados de vendedores ambulantes que hacían su agosto en cualquier mes.

Y como no recordar la famosa Ciudad de Hierro. Todos los años, en el mismo lugar, con las mismas atracciones y los mismos vendedores afuera esperando ansiosos a sus clientes. Para mí, no había época más feliz que cuando me enteraba de la llegada de toda una ciudad llena de juegos y dulces y diversión para mí. El ritual se repetía, pero esta vez, hacia un mundo diferente. Un mundo lleno de risas, y animales de peluche que se ganaban con rifles o bolas de caucho; un mundo lleno de manzanas de caramelo, algodón de azúcar y magia, montones y montones de magia, toda junta en ese lugar para hacerme feliz.

Ayer volví a la ciudad de hierro, como hago todos los años desde que tengo uso de razón. Me encontré con las mismas atracciones oxidadas con el tiempo, con atracciones "nuevas" a las que nunca me subo, y con atracciones cerradas por reparación. Reparación un Jueves por la noche. De cualquier manera no fue lo mismo, no sentí la misma magia y mucho menos la misma felicidad. No sé si fue por la compañía, no sé si fue porque estaba casi vacía, no sé si fue porque me hago... como decirlo sin que me aterre... si, eso es: me hago mayor. No sentí la misma emoción de cuando era niña y tampoco había algodón de azúcar.

Sin embargo, cuando estaba a punto de partir, miré al cielo y las ví: Unas burbujas de jabón enormes sobrevolando mi cabeza, reflejando miles de colores sobre el cielo oscuro, y dos niños jugando con su padre a atraparlas y explotarlas en el aire, o simplemente dejarlas partir. Y fue entonces cuando entendí, que quizás esta vez la ida a la ciudad de hierro no fue lo mejor y que quizás si es cierto, me hago mayor; pero también me di cuenta que ahora encuentro magia y felicidad en otras cosas, cosas menos asombrosas y con menos luces de colores, cosas como sujetar tu mano con la mía y sentir tu respiración en mi oído cuando te quedas dormido a mi lado...

7.03.2008

Goyo

A veces extraño la forma en la que me hacía sentir amada; una forma poco común y muy insual. No me demostraba su afecto desmedido, ni siquiera creía necesario saludarme cuando regresaba a la casa. Simplemente me miraba con esos ojazos y se daba la vuelta, o en el mejor de los casos se asomaba tímidamente a la puerta para ver hacia afuera, un mundo que era totalmente nuevo e inexplorado para él. Recuerdo también la vez que se lo arrebaté de las garras a su felina madre y me auto nombré su nueva mamá sustituta. Sin caricias pareció decirme que le gustó, lo cuál infiero por todas aquellas noches que se escurría entre las sábanas y amanecía dormido a mi lado sobre la cama.

Un día desperté, y lo supe. Supe que ya no vería su delgada figura negra haciendo siesta en la mesedora frente a la cocina. Supe que ya no volvería a amanecer con un bultico negro a mi lado. No sé dónde está ahora, y tampoco lo he visto desde que se fué. Se fué porque no lo querían lo suficiente, todos menos yo. Por eso hay días como hoy, en los que apachurro a mi perro con abrazos y suspiro tímidamente cuando recuerdo a mi gato.

10.02.2007

Recordando....

Acabo de ver la BlogJuan, y mi primo vargas está de aniversario con esta gran revista que hace religiosamente todos los meses por puro amor al arte. Su tema para esta edición fue la bloguardería, y adivinen!!! Sip, de nuevo el Sr. ha decidido gastarse una hojita de tan magna publicación en su servidora. La primera vez fue para lo de mi peor post, que irónicamente considero uno de los mejores, y ahora, decidió mostrar una fotito de mi infancia, de aquellas épocas en donde era feliz.

La verdad es que tengo muchísimas fotos de cuando era pequeñita y regordeta, obviamente están guardadas en esos fotoálbumnes amarillos en los que ya casi el pegante de las hojas se ha secado y las fotos también amarillas se han caido por el paso del tiempo. Hace mucho me dispuse a escanear algunas para tenerlas en el computador y presumir lo linda que era, y hoy volví a buscarlas para escribir este post, que más que nada, fue inspirado por la nostalgia de verme sonriendo y feliz de celebrar mi cumpleaños en esa foto que escogió el Sr. Vargas, y me puse a pensar que definitivamente los mejores recuerdos que tengo y los más escasos son de mi niñez.

Extrañamente lo que más recuerdo son mis días de brujas, mis dos primos A&A, mi hermana y yo, siempre teníamos los mejores disfraces y caminábamos las calles con nuestras calabazas repletas de dulces y anhelando más. Al final de día, llegábamos a la casa de mi abuelita a contarlos, y yo me daba por vencida al llegar a 50.

Recuerdo tambien la cantidad innumerable de "chocoritos" que teníamos entre mi hermana y yo. Ollas para la cocina, juegos de té, vajillas rosadas con blanco, vegetales y frutas de plástico. Tardábamos horas armando toda la casa dentro de nuestra sala, y al momento de empezar a jugar ya estábamos demasiado cansadas y decidíamos recogerlos y aplazar toda la historia para el día siguiente.

Recuerdo los días lluviosos en los cuáles nos bañábamos en el patio de la gran casa de mi abuela, recuerdo la gran alberca que usábamos como piscina, recuerdo las navidades donde mi abuelita hacía la masa para los tamales, recuerdo como mis papás se esforzaban por ocultar nuestros regalos de navidad. Y es aquí donde empiezo a recordar cosas, cosas menos agradables, cosas que oscurecieron mi felicidad, y es aquí donde regreso a mi vida actual y me doy cuenta que a pesar de todo, siempre ha habido momentos buenos y malos, y aunque los malos aumenten con el paso de los años, los buenos y escasos siempre quedarán guardados en la memoria de mi corazón, y nunca se borrarán ni perderán el color, y nunca los dejaré ir porque serán los que comparta con las personas valiosas que estén a mi alrededor.

Quizás sea bueno desempolvar las fotos más a menudo...

P.D. Felicitaciones de nuevo primo ^^
P.D.2. Pronto se abrirá la votación para seleccionar el blogger mas huesero que se hará acredor del fémur de oro auspiciado por ALF.
P.D.3. A mis amigos Otakus, les pido que me ayuden con mi cosplay, es la hora y aún no me decido, escucho sugerencias.


8.28.2007

Te lo digo cantando (5)

Y hablando de superar el pasado y mirar atrás sin dolor pero con buenos recuerdos:



Feliz Cumpleaños Seto-Kun.

Y no se si pases por aqui, pero dejo constancia de que NO.LO.OLVIDE. y de que no te felicito de otra manera para evitarte algún tipo de tristeza en tu día. Te quiero mucho aunque ya no me creas U_U. Pásatelo super genial y dile a Emilio que lo odio ¬¬***

¿Que por qué esa canción? Pfff tu sabrás no? XD Ahhh bienvenido al segundo escalón de la vida... Como llores te pateo ¬¬***


7.13.2007

180 Minutos.

Una y otra vez, una y otra vez. Escucho tu voz retumbando en las paredes de mi razón, tus críticas, tus regaños, tus inconformidades, tus ironías. Me duele la cabeza. Me aprietan la sien como queriendo exprimir los recuerdos. Duele. Mucho. Hace calor y me asfixio, en tus reproches, en tus insultos y en esa forma tan cruel que tienes de torcerme los ojos cuando paso a tu lado. No respiro, extrañamente siento todo, el sonido del silencio, el zumbido ensordecedor que produce el aleteo de las libélulas, tu respiración en mi cuello. Me aprietan con fuerza tus manos asesinas. Y sudo. Mi corazón palpita demasiado rápido queriendo escapar, mis venas están a punto de estallar. Grito. No hay sonido. Vacío. Dolor. Siento tu pecho en mi espalda. Me quema. Mis ojos se cierran. No hay sonidos, ni luz, no hay nada. Suéltame. No. Acompáñame al otro lado, a ese hermoso lugar. No te vayas, quédate, ¿dónde estas?. Oscuridad. Eternidad. Fueron 180 minutos nada más. Ya no... vivo. Ya no puedo respirar. Tranquilidad.

7.11.2007

Razón

"Lo que hoy siente tu corazón,
mañana lo entenderá tu cabeza"

7.06.2007

Tan Solo Una Carta


Viernes, 6 de Julio de 2007

Querido/a _______________

No sabía si escribir esta carta, sencillamente porque todo lo que vivimos quedó en el pasado y tu decidiste que era mejor olvidarlo. Sin embargo aquí estoy, volviéndome una espina en tu dedo que no quiere salir, volviéndome un recuerdo constante que no podrás olvidar. Tranquilo/a esta carta no es para recriminarte las acciones que llevaron a que ésto terminara, tampoco es para decirte que guardo algún resentimiento y que todos los días te maldigo por haberme abandonado. Ésta es una carta diferente, de alguien diferente, mía, pero de alguien diferente, alguien que al fin comprendió que todo en esta vida tiene su curso y que nuestro destino, aunque me duela, era terminar separados/as.

Hoy me senté a escribirte, para recordar buenos momentos que se quedaron grabados en mi mente como una foto en blanco y negro, que como todo, se deteriora con el tiempo, pero que en mi corazón siempre se verá nítida y real, como lo fuera alguna vez nuestra relación. Hoy me levante dispuesta a agradecerte lo que hiciste por mí, y lo que de alguna u otra manera sigues haciendo conmigo, que si bien, es imperceptible para tí, para mí es algo tangible que puedo sentir todos los días de mi vida. Admito que aún hay veces en que el dolor hace estragos y que me cuesta trabajo comprender las razones por las cuales decidiste matarme en ese momento, pero mírame, aún vivo y vivo para mí. Por tí. Porque tú me lo enseñaste.

Esta carta es para agradecerte el tiempo que estuviste a mi lado, brindándome tu apoyo y regalándome una sonrisa cada vez que a mí se me olvidaba sonreir. Esta carta es para agradecer las veces que consentiste todos y cada uno de mis caprichos, para agrader todas y cada una de las lágrimas que secaste, para agradecerte por los sacrificios que hiciste por mí sin siquiera pedírtelos. Se muy bien que ya no te interesa pensar en eso, porque a ti también te duele, y soy consciente de eso. Se perfectamente que lo único que esperas de la vida, con respecto a mi, es que todo desaparezca, y que mi recuerdo y yo, nos vayamos al abismo más profundo donde jamás podamos tocarte o lastimarte de nuevo.

También sé que nada de lo que pueda escribir en unas líneas, podrá hacerte cambiar de parecer, has escuchado suficientes excusas, has recibido suficientes disculpas, has perdido la esperanza en esto, la esperanza en mi, la confianza en mi. Lo entiendo, y quizás no lo comparto, pero lo único que tendrías que saber en este momento, es que nada fue planeado y que jamás, jamás quise lastimar a alguien que adoraba de verdad. Tú tienes tus razones así como yo tuve las mías, tu tienes tus hipótesis, yo tengo mis teorías, tu tienes tus dudas, yo nado en la mías.

Hoy me senté a escribir una carta que quizás jamás leerás, simplemente porque no te interesa, o porque no te enterarás nunca de que la escribí. Pero quería dejar constancia en este mundo, de ires y venires, de sueños frustrados, de sueños robados, de tristezas y de alegrías, de amigos y mentiras, de amores e ironías, quería dejar constancia de que en realidad te quería.

Cuando vea una estrella que tenga tu nombre y recuerde tu estadía en el hotel de mi vida, sonreiré. Porque sí, tuvimos días malos y días más malos que esos, pero lo importante fue lo bueno que pasamos, lo mucho que compartimos y las cosas que aprendimos. Porque lo importante no es que terminó, si no que alguna vez sucedió. Porque lo importante no es morir con cada error, si no aprender y no volverlo a cometer.

Ojalá que conozcas gente valiosa e importante, gente que te aprecie y te valore, gente que se quede más de un instante. Ojalá que cumplas todos tus sueños y que nunca pierdas la esperanza de ser lo que quieres ser. Ojalá que cuando estes en la cima en la que alguna vez quisimos estar los/as dos, tu corazón palpite con fuerza y un corrientazo en tu nuca te recuerde que allí, contigo, hubiera podido estar yo.


Sinceramente,

_______________

Powered By Blogger